A mediados del mes de agosto las ciudades se vacían. El tránsito de vehículos disminuye, y también lo hace el de viandantes. Para las tiendas eso significa menos clientes. Pero abren. Desconozco cuáles son sus cálculos, pero muchas abren en pleno ferragosto.

Escribir una entrada al blog hoy es algo parecido. ¿El mismo esfuerzo y seguramente  menos lectores?

Hay dos razones para hacerlo: compromiso y entrega.

El compromiso es nuestro motor interno. Sin compromiso ningún creador haría nada, ningún profesional destacaría. Es compromiso lo que te lleva a hacer, a crear, cuando la pereza encuentra todas las justificaciones. El compromiso es con los demás, pero, sobre todo, el compromiso es con uno mismo. El compromiso de Nexpertia es compartir conocimientos que transformen la acción de los profesionales. En este blog, entre otras cosas.

Y no se completa el compromiso si no hay entrega. Para muchos es difícil entender que sin entrega no hay nada. A nadie le interesa cuánto esfuerzo o tiempo has dedicado si no has sido capaz de entregar. A veces no se entrega alegando la búsqueda de la perfección, o lo inadecuado del momento. La realidad es que lo que nos impide entregar es el miedo, el cerebro de lagarto, que nos exige no exponernos.

Si uno quiere crecer, avanzar, explorar límites necesita de estos dos motores: compromiso y entrega.